El ibuprofeno cardiovascular es un medicamento crucial para el tratamiento de condiciones específicas en bebés prematuros, en particular el cierre del ductus arterioso persistente, un problema cardiaco común en esta población. Se administra de manera intravenosa y solo debe ser administrado por personal de enfermería especializado en neonatos, en un entorno hospitalario. Su clasificación dentro de los AINEs lo destaca por su mecanismo de acción antiinflamatorio y analgésico, aunque su uso en el contexto cardiovascular se centra en su capacidad para promover el cierre del conducto arterioso permeable.

Este tratamiento se indica en bebés que pesan entre 500 y 1500 gramos y que no han superado las 32 semanas de gestación, principalmente cuando otras estrategias de manejo no han resultado eficaces. La decisión de utilizar el ibuprofeno en estos casos sigue criterios estrictos dada la vulnerabilidad de los pacientes; por ello, se enfatiza la importancia de su administración bajo supervisión médica especializada. Su utilización resalta la importancia de la atención especializada y el cuidado médico en etapas tempranas de la vida.