El nitrito de sodio es un agente terapéutico utilizado principalmente como antídoto para el envenenamiento por cianuro. Este compuesto químico tiene la capacidad de actuar sobre la hemoglobina sanguínea, transformando parte de ella en metahemoglobina. Esta transformación es crucial, ya que la metahemoglobina tiene una mayor afinidad por el cianuro que la propia cianuro oxidasa, permitiendo de este modo que el cianuro sea neutralizado y posteriormente eliminado del organismo. La administración del nitrito de sodio debe realizarse con extrema precaución, y exclusivamente por personal médico calificado debido a los riesgos asociados con su uso.

Aplicado en situaciones de emergencia, el nitrito de sodio se presenta generalmente en forma de solución inyectable y es útil en el tratamiento de intoxicaciones agudas por cianuro. Esta sustancia debe ser dispuesta lo antes posible después de la exposición al tóxico, preferiblemente en un entorno hospitalario donde el paciente pueda ser adecuadamente monitoreado. A pesar de su eficacia como antídoto, el uso de este compuesto no está exento de riesgos, por lo que es crucial seguir las pautas de administración y manejo proporcionadas por los profesionales de la salud.